AZAR Y DESTINO (PARTE 2 DE 3)

Me adelante a sus pasos, de mi parte me hubiera seguido un poco mas atrás y al lado, para admirarla por completo, una silueta muy llamativa y una cara igual de agradable. pero muchas veces lo único que hacemos es coleccionar recuerdos, pequeños momentos de fugacidad. algunos se nos quedan en la memoria aun después de los años. otros duran un mes o una semana. y al evocarlos nos lamentamos nuestra falta de atrevimiento y decimos: “que pasaría si le hubiera hablado” pero en ese momento, un atrevimiento seria algo que no me podía permitir, por el momento y las circunstancias no había modo de darme ese lujo. lo único que hice fue tratar de grabarme su cara por si la volvía a ver en otra ocasión. una vez mas como siempre, coleccionando solamente pequeños recuerdos, y ojala fueran eso recuerdos. porque no son mas que pequeños momentos, de un “tal vez” un “quizas” un “para la siguiente...” o “tal vez si la vuelvo a ver” en fin tantas cosas para especular sobre cosas que la misma experiencia nos dice que muchas veces no llegan a ser.